Hermanos y hermanas
A nombre de mis compañeros de esta delegación del EZLN, me permito dirigir mis palabras:
Queremos agradecerles a todos hermanos y hermanas que nos hayan aceptado para encontrarnos con todos ustedes para poder decirles nuestra palabra. Hemos llegado hasta aquí para decir la verdad. Nosotras, las mujeres zapatistas, traemos la palabra sencilla y verdadera del pueblo de México. Durante nuestra marcha en la que hemos recorrido 12 estados de la República mexicana, hemos encontrado miles de nuestros hermanos indígenas y no indígenas que apoyan nuestra lucha y el reconocimiento de los derechos y cultura indígenas. Hemos escuchado la voz de las mujeres que lloran por el sufrimiento que les rodea a diario porque no tienen buena alimentación, no tienen medicina, no tienen dinero para la educación de sus hijos. También a la mujer indígena que sufre tres veces más la marginación. Por ser mujer y por ser indígena es burlada por su vestimenta, su modo de hablar; como mujer, es negado su derecho. Esta situación que vivimos es producto de la miseria provocada por los poderosos que han querido arrinconarnos. Esto lo vivimos en carne y sangre, no lo podemos negar. Buscamos muchas formas para que nos escucharan, pero no quisieron escucharnos y taparon sus oídos. Por eso tomamos la decisión de organizarnos con nuestra rebeldía para conseguir la Democracia, Libertad y Justicia para todos.
Hermanos y hermanas, le hacemos un llamado a todo el pueblo de México que no se deje engañar con las malas informaciones o noticias del mal gobierno de que nosotros no queremos dialogar o que nosotros ya nos rendimos. Ténganlo seguro que no nos vamos a rendir ni traicionar, porque el pueblo mexicano lo ha pedido. Hermanos y hermanas, luchemos todos juntos, hombres y mujeres, por los derechos que nos niegan los poderosos y construyamos un México donde no haya burla de raza, color y lengua.
Democracia, Libertad y Justicia.
Desde Azcapotzalco, México
20 de marzo de 2001.
Comandanta Esther